Ella lo miraba como jamás había visto a nadie. Él, sin embargo, las veía a todas, pero no miraba a ninguna.
Eran tiempos de cambios... en los que ella no encontraba su sitio en el mundo, en los que le sobraba todo y le sobraban todos los demás. Porque ella sólo quería que él, por un momento, fijase su mirada en ella y viese esa luz innata que por más que pasasen los (d)años, nunca dejaba de brillar.
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